Los peligros químicos a causa del derrame de sustancias en Ohio, Estados Unidos

¿Qué sucedió?

Poco antes de las 9 p.m. del 3 de febrero, un tren de carga con 150 vagones operado por la empresa ferroviaria Norfolk Southern estaba pasando por el este del poblado de East Palestin, cuando unos 50 vagones descarrilaron en un fuerte choque que, después de una investigación llevada a cabo luego de unos días, ha sido atribuido a un cojinete de freno sobrecalentado que falló en uno de los vagones. No hubo víctimas fatales ni heridos en ningún momento.

De aquellos que descarrilaron, once contenían materiales peligrosos, incluidos cinco que transportaban cloruro de vinilo, un gas altamente combustible utilizado en la producción de PVC y además altamente venenoso, con efectos carcinógenos, mutagénicos y teratogénicos en los seres humanos. Otros vagones portaban una variedad de productos químicos tóxicos, algunos de los cuales, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades y los Institutos Nacionales de Salud del país (CDC y NHI respectivamente, por sus siglas en inglés), también podían acarrear efectos cancerígenos en las personas expuestas a ellos.

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Contaminación medioambiental a raíz del accidente

Buena parte del contenido tóxico de los vagones se abrió camino al suelo y a riachuelos cercanos, lo que casi con seguridad significará una contaminación del subsuelo y fuentes de agua subterráneas por parte de los compuestos más duraderos y persistentes a la descomposición.

Para evitar lo que probablemente habría sido un desastre mayor, las autoridades decidieron llevar a cabo un incendio controlado para incinerar los químicos inflamables (principalmente el cloruro de vinilo) que aún se encontraban dentro de los tanques y vagones descarrilados, en lugar de arriesgarse a un incendio fuera de control o a una explosión espontánea. Esto provocó la descomposición por combustión de varios de estos compuestos, así como también su esparcimiento por una mayor área, por efecto de los gases siendo liberados a la atmósfera y luego transportados por el viento.

Así, el descarrilamiento del tren de Norfolk Southern supone una contaminación tanto del aire como de la tierra y del agua circundante hasta un punto aún desconocido. Hasta ahora, los efectos para la salud de las personas que habitan cerca del incidente han sido relativamente menores y escasos, sin fatalidades, pero mucha gente e instituciones han expresado su preocupación al respecto, e indican que las consecuencias más severas para la salud y el ambiente están aún por verse.

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¿Qué químicos se liberaron? ¿Qué tan peligrosos y contaminantes son?

El tren transportaba materiales peligrosos como cloruro de vinilo, éter monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo, isobutileno y acrilato de butilo, dijo la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés).

La exposición prolongada al acrilato de butilo puede provocar daño pulmonar, mientras que el cloruro de vinilo puede causar mareos, somnolencia y dolores de cabeza. También se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer en el hígado, el cerebro, los pulmones y la sangre. El cloruro de vinilo es muy tóxico y muy persistente en el medio ambiente, y puede formar algunos subproductos de combustión realmente terribles.

Además de estos dos, los funcionarios ambientales también sospechan que sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) se hayan liberado al medio ambiente durante el accidente. Los PFAS generalmente se encuentran en sartenes antiadherentes y en algunas espumas para combatir incendios y no se descomponen de forma natural. Estos compuestos químicos también se han relacionado con niveles más altos de algunos tipos de cáncer.

Las dioxinas son contaminantes tóxicos que se pudieron haber formado cuando se quemó el cargamento de cloruro de vinilo. Como no se degradan rápido, podrían suponer una amenaza a largo plazo. Aunque estos componentes ya están presentes en muchos escenarios (por ejemplo, pueden ser subproductos del combustible que se quema), la Agencia de Protección Ambiental ha estado trabajando durante décadas para disminuir su producción.

La seguridad no es negociable

Avenrut comparte una cultura de integridad y compromiso con la seguridad para el adecuado desarrollo de nuestras actividades en la región. Creemos que disminuir el impacto ambiental es un factor clave en las operaciones logísticas, sobre todo en cuanto a la distribución y comercialización de gases comprimidos, cuyo peligro es considerable en caso de accidentes o de manejo negligente.

Ante los riesgos latentes, nuestra responsabilidad es la de mantener a un equipo capacitado y preparado para movilizar sustancias peligrosas de manera apropiada, fomentando así medidas de seguridad que respalden nuestra labor.

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