El mítico mundo de los autos propulsados por hidrógeno
El mundo se mueve indudablemente por el poder de la gasolina, el diésel y otros combustibles fósiles. Esta es por lejos la alternativa más usada en el mundo a la hora de hacer mover nuestros autos, nuestros camiones y muchos otros tipos de vehículos más o menos convencionales.
Si bien la electricidad ha tenido gran auge en los últimos años como fuente de movimiento para autos, está lejos de convertirse en la opción por defecto a la hora de hacer arrancar tu carro. Opciones menos populares pero más convencionales son el etanol y el gas natural.
Aún menos frecuente es el hidrógeno, sin embargo, hoy en día puedes comprar un vehículo de hidrógeno en ciertas partes del mundo.
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Un poco de historia…
La historia de los vehículos que funcionan con hidrógeno se remonta a 1807, cuando el inventor suizo Francois Isaac de Rivaz creó el primer vehículo de cuatro ruedas propulsado por hidrógeno y oxígeno.
Varias empresas fundadas después de la crisis del petróleo de la década de 1970 se centraron en la tecnología de celdas de hidrógeno como fuente de energía limpia y renovable. En 1990 hubo un gran avance en este campo, cuando un equipo de investigación canadiense logró aumentar la densidad de potencia del hidrógeno, elevando la cifra promedio de 200 vatios/litro a unos 1500.
Entre 1966 y principios del nuevo milenio, se crearon varios vehículos propulsados por esta sustancia como proyectos demostrativos de los avances en esta tecnología, como la Chevrolet Electrovan. Funcionaban, pero ninguno resultó comercialmente viable.
Funcionamiento básico
Existen dos maneras en las cuales el hidrógeno se usa para propulsar un vehículo: la opción más popular es haciendo reaccionar el hidrógeno con oxígeno en una celda de combustible para luego impulsar motores eléctricos que mueven el auto. El otro modo, menos frecuente, es quemando hidrógeno en un motor de combustión interna adaptado, como si se tratase de gasolina.
En ambos casos, la principal diferencia con los autos propulsados por combustibles fósiles es que las emisiones resultantes de los vehículos de hidrógeno no son más que vapor de agua, no contaminante, en contraste con los contaminantes expelidos por el escape de un motor que quema gasolina o diésel.
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Ventajas y desventajas de esta tecnología
Lo bueno
- Los vehículos a hidrógeno son de funcionamiento ecológico (no emiten contaminantes ni gases de efecto invernadero).
- El tren motriz permite un manejo ágil y normal.
- Generosa autonomía con cada recarga.
Lo malo
- Emisiones contaminantes creadas en el proceso de producción y transporte de combustible de hidrógeno.
- El precio de los vehículos suele ser más alto que los de los vehículos equiparables propulsados por hidrocarburos.
- Poca infraestructura y personal capacitado para la reparación de los vehículos.
- Existen actualmente muy pocas estaciones de servicio para la recarga del tanque de hidrógeno de los vehículos.
- Gastos elevados en logística, seguridad especial y manejo particulares del hidrógeno, que es altamente inflamable.
¿Veremos alguna vez un mundo donde los autos impulsados con hidrógeno sean la norma y no la excepción?
Todavía hay buen debate sobre si el hidrógeno es la respuesta más pertinente al problema del transporte y la contaminación vehicular. Las desventajas en cuanto a costos implicadas en las múltiples etapas de los procesos de esta industria relativamente nueva socavan en la actualidad toda posibilidad de ganancia monetaria.
Las proyecciones medioambientales no son mucho más alentadoras, pues lo que se evita lanzar a la atmosfera desde el escape de un vehículo de hidrógeno podría estar terminando igual en ella a raíz de las emisiones generadas en alguna de las etapas del proceso de generación de dicho elemento.
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Suministro de hidrógeno para tu industria
Entre las aplicaciones convencionales del hidrógeno, se encuentran las refinerías, la industria alimenticia, la síntesis de amoníaco, la industria farmacéutica y electrónica. Si tu industria pertenece a alguno de estos sectores, con Avenrut puedes acceder a un suministro confiable de hidrógeno para que tus producciones no se detengan.
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